jueves, 29 de octubre de 2009

La revista de la DGT desconcierta con su visión de los mantenimientos preventivos


El mantenimiento responsable del automóvil, bien por temor a la ITV, bien por propia convicción de los propietarios, ha contribuido a reducir la incidencia y la importancia de los accidente de tráfico. Es algo que subraya reiteradamente la Dirección General de Tráfico (DGT). Por eso sorprende un editorial que firma Jesús Soria, director de Tráfico y Seguridad Vial, la revista de la DGT, en la que se relativiza la preocupación de los talleres por el descuido de los mantenimientos preventivos en que incurren algunos automovilistas presionados por la crisis económica y afirma que no pasa nada por "dejar para más tarde" "cosas menores" de chapa y mecánica.

En sus propias palabras (Jesús Soria, director de la revista de la DGT): "Ojo que el sector talleres, lógicamente interesado, avisa de una reducción en las visitas al taller de muchos automovilistas. Está bien que cosas menores de chapa, incluso de mecánica, se puedan dejar para más tarde. Pero cuidadito con dejar para mucho más allá -como hacen algunos- cosas tan básicas como los neumáticos, los frenos y otros elementos de seguridad. Las estadísticas de siniestros están repletas de conductores que dijeron 'mañana lo hago'..."
Fuente: Autoprofesional.com

martes, 13 de octubre de 2009

La ITV pagará a un conductor la factura del taller de una avería provocada durante la revisión


Carlos Iranzo acudió a pasar la revisión de su vehículo el 24 de julio del año pasado y durante la inspección uno de los técnicos forzó el mando de la calefacción y le dejó holgura. Como no quisieron admitir el error, el afectado presentó una reclamación y la llevó personalmente a la oficina de consumo, al tiempo que reparó la avería en un taller mecánico al que tuvo que abonar 20,8 euros.

Viendo que no recibía respuesta, recorrió varias consellerias para interesarse por el asunto y finalmente, después de seis meses de ir de un sitio para otro, la Conselleria de Industria sacó su queja del cajón, aunque todo lo que le aconsejaron es que presentara un contencioso.

Como la queja no iba contra la Administración sino contra la ITV, Iranzo optó por denunciar el caso en el Juzgado de Massamagrell, que primero lo tramitó erróneamente por lo penal y después de un desglose pasó a la vía civil.

Finalmente, la jueza fijó la vista oral para el 29 de noviembre y mandó citación a las partes. Pero ese juicio no se celebrará jamás porque nada más recibir la citación la estación de ITV se puso en contacto con el conductor para pagarle los 20 euros que le había costado, hecho que se concretó en una reunión en la que el perjudicado cobró el dinero y se comprometió a retirar la denuncia.

Carlos Iranzo se pregunta ahora "por qué hay que llegar a esto por tan poco dinero", pero dice que vale la pena haber luchado un año para que a otros conductores no les ocurra lo mismo y la ITV asuma sus responsabilidades.
Fuente: Autoprofesional

martes, 17 de marzo de 2009

Un nuevo sistema detecta los ciclomotores 'trucados' en la ITV


Los ciclomotores son muy populares entre los adolescentes. Tienen un bajo coste, fácil mantenimiento y son divertidos de conducir. Pero pueden resultar peligrosos si se alteran sus características, como la limitación de velocidad con que se comercializan estos vehículos, que no deben superar los 45 km/h según las condiciones establecidas en la Directiva 95/01 CE. Sin embargo, muchos ciclomotores que circulan por las vías públicas están “trucados”, modificados para alcanzar velocidades cercanas a los 100 km/h, con el riesgo que eso entraña para el tráfico. Dichas modificaciones son relativamente baratas y en muchos casos tan sencillas que el propio usuario sin grandes conocimientos mecánicos puede realizarlas por sí mismo, según han constatado los investigadores de la UC3M que han ideado un método y desarrollado los medios para poder verificar en la velocidad que es capaz de alcanzar un ciclomotor, algo que hasta ahora no se podía hacer porque en estas instalaciones no se podían reproducir las condiciones de la citada directiva ni medir directamente este parámetro.

Para resolver este problema, los científicos plantearon medir la velocidad mediante un rodillo libre, sin carga. “Este tipo de rodillos son baratos de fabricar, fáciles de mantener y muy sencillos de calibrar, por lo que para las ITV resultan muy convenientes”, indica José Antonio Calvo, que ha dirigido esta investigación del Grupo de Mecánica Experimental, Cálculo y Transportes (MECATRAN) de la UC3M, patrocinada por la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil (FITSA) con fondos del Ministerio de Industria. El siguiente paso consistía en establecer cuál es la velocidad máxima admisible en un rodillo de este tipo que equivaliese a los 45 km/h de la prueba en condiciones de la norma jurídica, para lo que los científicos realizaron una batería de ensayos, con casi medio centenar de ciclomotores, para obtener una curva de correlación y un valor representativo por encima del cual el vehículo sería rechazado en la ITV. Los resultados de esta investigación se han publicado en el Journal of Automobile Engineering bajo el título ‘Procedure to verify the maximum speed of automatic transmission mopeds in periodic motor vehicle inspections’.


150 fallecidos al año por exceso de velocidad

Con este nuevo sistema es posible comprobar si el vehículo es capaz de superar en las condiciones de ensayo su velocidad máxima legal, que no la velocidad máxima real, que depende de muchos factores, como la pendiente de la carretera, el estado de los neumáticos, la velocidad y dirección del viento, el estado del motor, etc. Este “velocímetro de motocicletas” podría colaborar a reducir la cifra de 156 fallecidos al año por exceso de velocidad en ciclomotores, según se deduce del informe “Safety Barometer”, publicado por FITSA. Este estudio indica que en 2005 se produjeron 17.635 accidentes en los que un ciclomotor estaba involucrado, con 313 fallecidos como consecuencia. Además, señala que al menos en el 50 por ciento de los casos analizados la causa principal del accidente fue un exceso de velocidad.

Todos los centros de ITV están obligados por ley (RD. 711/2006) a poseer un banco de rodillos para la medida de la velocidad en ciclomotores, pero los plazos de implantación dependen de las Direcciones Generales de Industria de cada Comunidad Autónoma. En Madrid, por ejemplo, están ya operativas desde enero de 2008. “Esta prueba de velocidad se ha implantado a raíz de nuestro estudio, porque hasta ahora no se realizaba”, comenta el profesor del departamento de Ingeniería Mecánica de la UC3M, José Antonio Calvo. Cuando se desarrolló el proyecto ya se estableció que para que esta medida fuese efectiva, deberían hacerse controles a pie de carretera, similares a los controles de alcoholemia, para evitar la picaresca que se produce en estas revisiones, porque para el usuario resulta sencillo limitar el vehículo para pasar la ITV y luego quitar la limitación. “La mayoría de los bancos instalados en las ITV son portátiles, se pueden llevar en una furgoneta y hacer la prueba en el arcén de la carretera sin ningún problema – explica el profesor-. El siguiente paso – añade- es que la administración competente tenga la voluntad de hacerlo”.

Fuente: UC3M

lunes, 16 de marzo de 2009

Las ITV belgas incorporan la diagnosis electrónica para los vehículos de ocasión


Antes de hacer obligatoria la "inspección electrónica" para los V.O., el gobierno belga realizó una prueba de campo. Se "enchufaron" herramientas de autodiagnosis en las ITVs tanto en las habituales revisiones de todos los vehículos como en los vehículos de segunda mano comercializados en 2006, 2007 y 2008. El objetivo era analizar los errores históricos registrados en la unidad de control relativos a los sistemas de seguridad (ABS, ASR, ESC, control de tracción, airbags y luces) y las emisiones contaminantes.

Tras analizar los resultados del trabajo de campo, las autoridades belgas decidieron hacer obligatoria la ITV de los sistemas electrónicos para los vehículos de ocasión al cambiar de titularidad. De manera que este tipo de vehículos han de pasar la tradicional ITV más una "inspección electrónica" vía OBD. Ésta segunda inspección se realiza sin coste adicional y siempre y cuando técnicamente se pueda llevar a cabo. El informe sobre la inspección efectuada se entrega al vendedor del vehículo.

Los sistemas del vehículo que fueron comprobados en el trabajo de campo previo a la obligatoriedad de la "inspección electrónica" de los V.O., no sólo fueron del ámbito de la seguridad (ABS, ESC o airbag) sino también otros como las luces de xenón o el aire acondicionado porque los autores del mismo entendieron que se traba de vehículos que iban a ser vendidos. En otras palabras, porque conocer el estado de los sistemas señalados proporciona un valor añadido al vehículo de interés para el vendedor.

A continuación se analizaron 16 herramientas de autodiagnosis de las que existen en el mercado europeo. De ellas, se seleccionaron 4 y después de optó por realizar la prueba con una solo. Aunque para el trabajo de campo se optó porque todas las ITV utilizaran el mismo equipo, actualmente se está estudiando utilizar también otros equipos a fin de evitar una dependencia excesiva de un único proveedor.

Más del 12% de los vehículos analizados incorporaba un EOBD con conector de 16 pin, que son aquellos en los que se pueden leer y registrar los códigos de error. Se testearon más de 85 mil vehículos, de los que el 27,39% dieron al menos un código de error (especialmente en el sistema de frenado, seguido del airbag, el aire acondicionado y el motor).

Los autores del trabajo que finalmente ha provocado la decisión del gobierno belga que hacer obligatoria la "inspección electrónica" a los V.O., concluían que la inclusión de la autodiagnosis en el sistemas de revisión de las ITV es factible porque para leer códigos de avería se requiere una participación muy pequeña del inspector. De hecho, señalan, toda la prueba no dura más de dos minutos.

Según los promotores del estudio, cada vez es más crítica la presencia de sistemas electrónicos en el conjunto del parque de vehículos. Estos sistemas presentan defectos y errores en los intervalos de tiempo que van de un mantenimiento a otro. En sí mismos, no tienen porqué se graves, pero es conveniente que esos errores sean interpretados por un especialista. Esa interpretación, según, el "modelo belga" de "inspección electrónica" en la ITV debe ser realizada en un taller.

Fuente: Autoprofesional.com