
La Ley establece que los vehículos deben pasar periódicamente una inspección técnica (ITV) que garantice que se encuentran en condiciones óptimas para la seguridad de sus ocupantes y del resto de usuarios de la vía. Para eso están, en principio, las estaciones de la ITV que, previo pago de una tasa, validan los vehículos tras someterlos a una evaluación.
Ahora, la organización de defensa del consumidor Facua ha publicado un informe en el que revela que, para realizar una misma gestión, las estaciones de las 17 comunidades autónomas cobran importes que difieren hasta en un 140% en el caso de los turismos.
De extremo a extremo, tenemos que pasar la ITV de un turismo cualquiera cuesta en Asturias 23,80 € mientras que la inspección de un diésel sale por 57,23 € en la Comunidad Valenciana más el coste de una prueba de emisión sonora, obligatoria para los valencianos y que cuesta 10,21 €. El precio medio de la ITV en España es de 33,66 €.
Está claro que el nivel de vida entre las diferentes comunidades no es homogéneo, pero cuando hablamos de diferencias tan abismales hay algo que no suena demasiado bien. En su presentación del informe, Facua pone el acento en “los grandes márgenes de beneficio con los que cuentan las ITV”. Misterio resuelto, pues. No es tanto una cuestión de la comunidad en la que uno reside como de la sed de dinero que tenga la empresa concesionaria de turno.
Son ventajas de tener la exclusiva de un negocio con el que ganarse las habichuelas. La pena será que más de un conductor retrase el paso de su vehículo por la ITV por motivos económicos.Por Josep Camos
Vía | Facua
Imagen | Huéscar